jueves, 11 de junio de 2009

HISTORIAS PARA NO DORMIR: LA CAJERA( IV PARTE)

El resto de mis días fue más o menos igual. Se me volvió a apagar el ordenador, más insultos, las mujeres seguían con su dilema del 1,5 y el 1,05;me seguían llegando peticiones de matrimonio en las últimas horas antes de cerrar; Gente quejándose por los precios, claro es la caseta del ayuntamiento, todo gratis y a nosotros que los aguantamos que nos pague un guardia ( el mismo que me iba a denunciar).
Hombre también hay que hablar de los revolucionarios, esos que se quejan de los precios mientras te pagan los 60 euros de la comida y bebida. Creo que es un poco la huelga a la Japonesa, estos en vez de producir más, compran más mientras se quejan. Algunos se hacían los durillos pero al final, todos compraban.

La feria se termina, es Sábado, último día, todo estaba tranquilo había pasado lo peor y por la tarde noche se presenta un chaval que decía ser de Huelva(Creo que es una ciudad al sur de Oklahoma). El tío pide un cubata y se queda al lado de tu caja abrazando a todo aquel que vaya a sacar los tickets, eres la única cajera que hay en ese momento, todos tienen que pasar por allí quieran o no quieran que el chaval de Huelva los abrace, en verdad me da cierta satisfacción porque ya era hora de que los que sufriesen fueran los clientes después de los nueve días que llevaba. Pero claro, el chaval de Huelva que estaba solo y un poco bebido (bastante bebido), no quería hacerme un favor y devolver con creces lo que me había hecho pasar la gente, no, me estaba engañando, quería que me despidiese de la feria a los grande y tuviese algo que contar. Ese chaval se plantó delante de mi caja y me dijo que de ahí no se iba hasta que no le vendiese las entradas para el partido de fútbol Córdoba- Recreativo, ¡Este tío es un fenómeno!. Cuando mi compañero fue a echarlo de allí, le dije entre risas que por favor no lo hiciera, era lo que me faltaba, era la guinda de este gran pastel de feria, era el fin perfecto para un Post que aún teniendo la imaginación que tengo nunca hubiera podido escribir sin ellos. Ese chaval se convirtió en el ¡Tachan! del gran redoble de lo que fue mi última experiencia después de seis años trabajando en la feria y creedme, ha sido el mejor ¡Tachán! Que podría haber imaginado.
Con los días me pregunté como vino toda esa gente a parar a mi caja, habiendo otras más, entonces pensé en el primer día, cuando un camarero vino y nos colgó los letreros de “TAQUILLA”, creo que realmente puso esto:


Sí, yo soy la ilusa del centro.

FIN

2 comentarios:

  1. Hay que ver la mundologia que da un trabajo simple como es el de cajera, pero es lo bueno que tiene estar en contacto directo con el público y ademas tener la inteligencia de una persona con estudios para poder darnos una vision divertida de la feria y sus gentes. No esta mal el trabajo de campo, bajarse al ruedo, y es que todo no esta en los libros, existe la vivencia directa, y a veces es divertida

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  2. Hombre, al principio sienta un poco mal. Pero es verdad que cuando pasaba el día, hacía balance y le contaba lo que me había pasado a la gente y al final me reía muchísimo con todas las historias y te das cuenta la cantidad de gente rara que hay en el mundo. Pero siempre aprendes y eso es bueno.

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Siempre hay algo que decir, animate ;)